viernes, 14 de mayo de 2010

Mis noches blancas.


Adormecido por la ignorancia de unos fugaces sueños.
Sueños tan reales en mi enjaulada mente,
que me cegaban los párpados impregnados
del reflejo radiante de esas lejanas vigilantes,
y guías nocturnas de mi viaje celestial.

Mi mirada penetraba con lentitud dentro de un escaparate
espectacular por la calma que desprendía el mar,
y por la estufecta luz de la oscuridad,
interiorizando mi brutal realidad.

Noches blancas, con el disfrute de la ligereza del viento cálido,
y con la sensación del roce de una pluma,
que me acariciaba mi sonrojada mejilla,
y como mi vólatil cabello se despegaba de mi soleada cara.

Ojos enfocados a un atardecer sobrio y,
pájaros que se enorgullecían del placer de un vuelo libre.
Dándome sólidas alas que me elevan muy alto.

Tán alto que tenía ganas de romper las cadenas,
que me ataban a mi fingida y desleal libertad.
Libertad, innata que hace desterrarme de mi rojiza tierra.

Orgullosas ilusiones y pasiones, arduosas de dominar,
Ante la voluntad última de embellecer una verdad,
que me revelaba el anhelo deseoso de violar,
mis desnudos pensamientos,
tán profundos y veraces como una sangrante herida,
que deja huella pero no dolor.




jueves, 13 de mayo de 2010

La tristeza del cielo.




Desde el cielo, testimonios de la verdad son ellas,
Nubes, que cierran sus grisáceos ojos,
para dejar caer con tristeza sus fuscas lágrimas,
cuando no quieren ver más allá de las cimas.


Por debajo de ellas, existe un mundo pleno de injusticias,
Un mundo en el que somos destructores de la naturaleza,
y detractores de la realidad.

Un mundo en el que la bondad se hace rareza,
Un mundo en el cual somos impotentes frente a la fuerza,
Una fuerza más poderosa que un rayo de luz penetrante,
que llega a una mirada creyente y perseverante.


El éxito de la humanidad está a nuestro alcance,
pero sólo si se acude a nuestra propia decisión y razón.
Sustituyendo el mal por el bien y la lucha por la solidaridad.



Dejémonos llevar por nuestra impresión,
Dejémonos llevar por nuestra sensación,
Dejémonos llevar por nuestra deliberación,

Tan sólo dejémonos llevar por lo que nos pide nuestro corazón.

sábado, 8 de mayo de 2010

La última página se acaba.


Cuando empiezas un libro, te vas poco a poco enganchando a la historia. Luego, te pica la curiosidad por saber qué va a pasar.Y cuando estás metido en el fuego de la acción, ya piensas en cómo va a ser el final.
Esto pasa igual en la vida real. Hago esta comparación porque lo estoy viviendo en estos momentos tan decisivos de la vida.

Hasta ahora, no había sido consciente de que estoy en el principo del fin, quizás puede parecer un poco dramático pero prefiero decir que es nostálgico.
Pasar de página no siempre resulta algo fácil pero la vida obliga a hacerlo como si fuera una cualidad innata del humano.

Saber que estás leyendo las últimas frases de las últimas páginas del libro es cómo saber que una etapa de la vida como es la infancia-adolescencia, se acaba.

Realmente, nos damos cuenta de que la historia se acaba cuando nos aproximamos al último punto del libro.
Para mí, ese "punto" séra cuando mi mejor amiga pase de página para dar comienzo a una nueva.
Para ser sincero, confieso que me da un poco de aprensión saber que emprenderemos caminos distintos para formarnos como personas adultas, cada uno con nuestros sueños y objetivos, ni mejores ni peores que los de nuestra infancia, diferentes.

Ahora, me pregunto e interiorizo la respuesta. ¿A dondé nos llevarán esos caminos?
Desde luego, espero que nos lleven al encuentro de la felicidad, de la satisfacción y de la plenitud.

Pero, ¿ puede existir un camino sin destino?
Sé que la respuesta se queda en el aire, prefiero pensar que las cosas no ocurren por azar si no que ocurren porque nosotros queremos.

Si me pongo a pensar en nuestros destinos, en mi mente aparece una infinita confusión que me lleva a la conclusión de que en esta vida no se puede asegurar nada al cien por cien.

Ahora bien, no quiero pensar demasiado en qué nos pasará; quiero volver a pensar en nuestras experiencias vividas, quiero pensar en nuestras risas, quiero pensar en nuestras sensaciones y pensamientos, y quiero pensar en cada momento que hemos estado juntos, como si cada uno fuera el último.

Y sobre todo, quiero pensar en los más simples detalles, de los que aprovecho al máximo cada vez que puedo, como son el apretón de tu mano que me reconforta y, el abrazo acogedor que me da confianza para seguir adelante con una mirada más optimista hacia un futuro que nos espera con impaciencia.

¡ Declaro abierto e inaugurado mi blog en el que a partir de ahora empezaré a plasmar mis pensamientos ¡

P.d: Esta primera entrada se la dedico a mi única alma compartida.